EUROPA
PRESS
14 marzo
2019
Descubren
el riesgo de Alzheimer si se tienen bisabuelos o primos con la enfermedad
Se sabe que tener un padre con
enfermedad de Alzheimer aumenta el riesgo de una persona de desarrollar la
enfermedad, pero una nueva investigación sugiere que tener parientes de segundo
y tercer grado que hayan padecido Alzheimer también puede elevar las
probabilidades. El trabajo se detalla en la edición digital de este miércoles
de 'Neurology', la revista médica de la Academia
Americana de Neurología.
Los familiares de primer grado incluyen padres y hermanos
que comparten ambos padres. Los familiares de segundo grado incluyen abuelos,
tías y tíos relacionados con la sangre y hermanos que comparten un padre. Los
parientes de tercer grado incluyen bisabuelos, tíos abuelos, tías abuelas y
primos hermanos.
"La historia familiar es un indicador importante del
riesgo de enfermedad de Alzheimer, pero la mayoría de las investigaciones se
centran en la demencia en los familiares inmediatos, por lo que nuestro estudio
trató de analizar el panorama familiar más amplio", afirma la autora del
estudio, Lisa A. Cannon-Albright, de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Utah en Salt Lake City, en Estados Unidos.
"Descubrimos que tener una visión más amplia de los
antecedentes familiares puede ayudar a predecir mejor el riesgo. Estos
resultados podrían conducir a mejores diagnósticos y ayudar a los pacientes y
sus familias a tomar decisiones relacionadas con la salud", apunta.
Para el estudio, los científicos analizaron la Base de Datos
de la población de Utah, que incluye la genealogía de los pioneros de Utah
desde el siglo XIX y sus descendientes hasta la actualidad. La base de datos
está vinculada con los certificados de defunción de Utah, que muestran las
causas de la muerte y, en la mayoría de los casos, los contribuyentes a las
causas de la muerte.
En esa base de datos, los investigadores analizaron datos de
más de 270.800 personas que tenían al menos tres generaciones de genealogías
conectadas a los pioneros originales de Utah, incluidos datos de genealogía de
ambos padres, los cuatro abuelos y al menos seis de los ocho bisabuelos. De
ellos, 4.436 tienen un certificado de defunción que indica que la enfermedad de
Alzheimer es una causa de muerte.
Valorar el
historial familiar completo
Los científicos descubrieron que las personas con un
pariente de primer grado con la enfermedad de Alzheimer presentaban un riesgo
un 73 por ciento mayor de desarrollar la enfermedad. Había 18.494 personas en
este grupo; de ellos, 590 tenían enfermedad de Alzheimer cuando el número
esperado de casos entre el grupo hubiera sido 341.
Las personas con dos familiares de primer grado registraban
cuatro veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad; aquellos con tres
eran dos veces y media más probables; y aquellos con cuatro eran casi 15 veces
más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. De las 21 personas en
el estudio con cuatro familiares de primer grado con Alzheimer, seis padecían
la enfermedad; mientras que los investigadores habrían esperado que solo 0,4
personas desarrollaran la patología.
Aquellos con un pariente de primer grado y un pariente de
segundo grado tenían un riesgo 21 veces mayor. Ejemplos de esto serían un padre
y un abuelo con la enfermedad, o un padre y una tía o tío. Había 25 personas en
esta categoría en el estudio; cuatro de ellos tenían la enfermedad cuando los
investigadores hubieran esperado 0,2 casos.
Aquellos que solo tenían parientes de tercer grado, y tres
de esos parientes, con enfermedad de Alzheimer presentaban un 43 por ciento más
de riesgo de desarrollar la enfermedad. Un ejemplo de esto serían dos
bisabuelos con la afección, junto con un tío abuelo, pero no padres o abuelos
con la patología. De las 5.320 personas en esta categoría, 148 personas
padecían la enfermedad cuando los investigadores esperaban que fueran 103.
"Cada vez más, las personas buscan más una estimación
de su propio riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer, apunta Cannon-Albright. Nuestros hallazgos indican la importancia
de que los clínicos tengan en cuenta el historial familiar completo de una
persona que se extienda más allá de los miembros de su familia inmediata".
Cannon-Albright destaca que, entre todos los
participantes del estudio, el 3 por ciento tenía antecedentes familiares que
duplicaban su riesgo de enfermedad de Alzheimer.